La historia de esta cábala se remonta catorce años atrás. En esa época Denis Giraudet era el copiloto de Didier Auriol y el francés nos sorprendía con sus espectaculares locuras que de vez en cuando terminaba con el auto a un costado de la ruta.
Fue entonces que Denis Giraudet tomo la costumbre de gritar el «Mami je t’aime» como un mensaje a su señora, algo como sus últimas palabras ante el accidente que estaban por sufrir. La frase se transformó en cábala al salir ileso de cada accidente que gritaba la frase, el tiempo ha pasado y Denis Giraudet aún lo hace y el año pasado también lo hizo un par de veces.
En el recién pasado Rally de Finlandia, Denis Giraudet volvió a gritar la frase cuando junto a Evgeny Novikov sufren un fuerte accidente en uno de los tramos, el Ford Fiesta RS WRC aún iba de costado cuando ya se logra escuchar el grito de Giraudet.
Afortunadamente para ellos resultaron ilesos a pesar del accidente, si bien Giraudet sufrió un pequeño dolor de espalda lo sufría de antes del accidente, por lo tanto se podría decir que la frase por catorce años es aún una cábala que le ha funcionado a Giruadet saliendo ileso de los accidentes.